Ius y jura

Triboniano
Triboniano

El interés por el origen de las palabras se encuentra atestiguado desde la más remota antigüedad y no es de extrañar, por tanto que nuestro paisano San Isidoro, cuando redactó la mejor y más grande  enciclopedia que recogía la cultura europea del siglo VII, le diese el nombre de Etymologiae, pues, afirma, “cuando se ha visto de dónde viene un nombre, se comprende más rápidamente su valor, porque el estudio de las realidades es más fácil una vez conocida la etimología”. El mismo nombre de “etimología” (del griego étymos “verdadero” ) está ligado a la concepción antigua de que en el origen de las palabras se halla su sentido verdadero de acuerdo con la naturaleza del objeto designado.

Algo parecido se me ocurrió a mí también cuando supe que el día 9 de este mes debía presidir la jura de nuevos abogados que se incorporan al Ilustre Colegio de Abogados de Cartagena. La Jura es un acto solemne al que suelen acudir las más altas autoridades de la Administración de Justicia y, para comprender mejor el significado de este acto, se me ocurrió que quizá no fuese malo penetrar en la etimología de la palabra que designaba el acto que hemos de celebrar. Por eso, antes que nada, acudí al Digesto (texto que por cierto fue derecho vigente en la Spania cuya capital fue Carthago Spartaria) pues recordaba que en él había una cierta disquisición etimológica sobre la palabra «ius», vocablo que yo imaginaba que había de hallarse en la raiz de la palabra «jura».

Y así era, en efecto, pues el Digesto comienza ofreciéndonos a los juristas y a quien quiera leerlo la etimología de la palabra «ius» y lo hace citando a Ulpiano, que manifiesta: Seguir leyendo «Ius y jura»