Desgranar pésoles

Desgranar pésoles

Desgranar guisantes es una actividad que me retrotrae a la infancia y me hace recordar a las mujeres que la poblaron. Hoy, en esta era que ni limpia lentejas ni desgrana guisantes, es imposible revivir la calidad emocional de aquellos tiempos muertos preparando los alimentos para la comida.

El guisante cunde poco y da tiempo a hablar mientras se desgrana, cuando uno veía a su madre prepararse para la tarea huía aunque antes o después llegaba la orden

—¡Pepito! ¡Ayúdame a desgranar!

Y entonces habías de ponerte a la vera de tu abuela o tu madre a desgranar guisantes hasta llenar un lebrillo de ellos con que echar de comer a la legión de maridos, hijos y nietos que se habían de sentar a la mesa. Esos tiempos muertos con tu abuela o tu madre (o tu padre si es que se atrevía a pasar cerca) eran tiempos de comunicación, de escuchar a personas nacidas en el siglo XIX escuchar las historias que les contaron sus padres, nacidos mediado el siglo y de sus abuelos, nacidos incluso antes de la guerra de la independencia.

Para mí, hijo del régimen de Franco, oir hablar del rey o de la república era como escuchar cuentos de una época fabulosa…

—Hoy tenemos un jamón como los de antes de la guerra…

…y todo eso construía una continuidad histórica que hacía que tus padres y abuelos no sólo te solucionasen el presente y te preparasen el futuro, sino que además te regalasen un pasado que diese referencias a tu vida y te permitiese trazar puntos de fuga y lineas de perspectiva.

Desde que compramos los guisantes desgranados eso se ha perdido y desde que vivimos solos, aunque desgranemos guisantes, ya no tenemos nadie a quien contarlo.

Claro que yo tengo un teléfono y redes sociales.

Y aún lo cuento.

La primera conversación de ordenadores en ARPANET (1972)

De acuerdo con Katie Hafner y Matthew Lyon (“Where wizards stay up late. The origins of the Internet” Ed. Simon&Schuster, New York 1996) la primera “conversación” entre ordenadores tuvo lugar pocas semanas antes de que se celebrase la primera ICCC (International Conference on Computer Communication) en octubre de 1972; la RFC439, sin embargo, señala como fecha exacta de la conversación el 18 de septiembre de 1972 y a dicha fecha me atengo. La idea de organizar tal conversación se gestó en UCLA (University of California. Los Ángeles) que era el lugar donde la empresa “Bolt, Beranek and Newman” (BBN) había instalado el primer nodo de ARPANET.

Los protagonistas de esta primera conversación eran, de un lado, “The Doctor”, un programa de conversación basado en el lenguaje de programación “ELIZA” escrito por el miembro del MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets) Joseph Weizenbaum. «The Doctor» parodiaba al psicólogo Carl Rogers, en gran parte reformulando muchas de las declaraciones del paciente como preguntas y planteándolas al paciente lo que era parte de la técnica “rogeriana” (hoy mis compañeras de la «patrulla mediadora» verían con simpatía a este psicólogo). “The Doctor” corría sobre un ordenador en las oficinas de Bolt, Beranek & Newman (BBN).

De otro lado, como interlocutor de “The Doctor” estaba “PARRY”. PARRY fue escrito en 1972 por el psiquiatra Kenneth Colby, y era trataba de representar un modelo del comportamiento de un esquizofrénico paranoide. Disponía de una notable estrategia conversacional.

La conversación entre “El Doctor” y PARRY (el paciente) fue como sigue:

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