Leo al nada impagable sino absolutamente ultrapagado Enrique Sanz Fernández Lomana, presidente de la Mutualidad, quejarse de las invectivas que le dedican los miembros del autodenominado MovimientoJ2 y me sonrío leyendo una de sus quejas principales: que no sabe quiénes son sus representantes.
Y me sonrío porque, habituados a matar al mensajero y a ejercitarse en la falacia ad hominem, me doy cuenta de que estas personas que no son capaces de enfrentar una idea sino solo de cuestionar a sus portadores no han sido capaces de adaptarse a una sociedad que ya no entienden.
Nacidos, criados y amamantados en mundos verticales y jerárquicos, las queratinizadas estructuras mentales de estos indivíduos no son capaces de asimilar los cambios habidos en la sociedad en los últimos 25 años y tratan de entender fenómenos de 2023 con criterios de 1973.
Me apetece hoy tratar de un aspecto de nuestra sociedad que está hoy en vertiginoso desarrollo y que subyace en los movimientos en enjambre que han surgido en la abogacía —y en otros sectores de la sociedad— en la última década. Este aspecto no es otro que el de la información descentralizada.
La descentralización es un principio que encuentra aplicación en una plétora de dominios, sin embargo, una definición clara que encapsule su esencia universalmente es difícil de alcanzar. En esencia, la descentralización se refiere a la difusión de la autoridad, el control y el poder de una entidad o autoridad central a múltiples entidades, a menudo geográficamente dispersas. Desafía la estructura jerárquica convencional y promueve la dispersión de la autoridad y la toma de decisiones en unidades locales o individuos.
En un marco tradicional de medios de medios de información centralizados, un número limitado de entidades poderosas, generalmente grandes corporaciones u organismos gubernamentales, controlan la producción, distribución y monetización del contenido. Este modelo ha sido eficaz para la difusión uniforme y a gran escala de información, pero ha atraído críticas por su potencial para promover la censura, la monopolización y la información sesgada, prácticas todas ellas carísimas para los media del Consejo General de la Abogacía Española. Este esquema jerárquico ha creado un panorama mediático en el que muchos son influenciados por unos pocos, lo que a menudo genera preocupaciones sobre la libertad de expresión, el sesgo de información y la accesibilidad de diversas perspectivas.
Por el contrario, en una estructura de medios descentralizada, ninguna entidad individual tiene el poder exclusivo de crear o distribuir contenido. En cambio, numerosos creadores de contenido, plataformas y consumidores individuales contribuyen colectivamente al panorama de los medios. Facilita un entorno en el que cada participante tiene el potencial de ser consumidor y creador, promoviendo la diversidad, la inclusión y la democratización. Este marco introduce una estructura de poder horizontal, en marcado contraste con la jerarquía vertical observada en los medios tradicionales.
En el corazón de la revolución futura de los medios descentralizados se encuentran dos fundamentos tecnológicos clave a los que desde determinados sectores pretamos la máxima atención: blockchain y redes peer-to-peer (P2P). Estas tecnologías innovadoras proporcionan la infraestructura necesaria para permitir la creación, distribución y verificación descentralizadas de contenido multimedia.
Blockchain, originalmente concebida como la tecnología subyacente para las criptomonedas, se ha convertido en una poderosa herramienta para los medios descentralizados. Es un libro mayor distribuido que registra y verifica las transacciones de manera transparente y resistente a la manipulación. En el contexto de los medios, blockchain permite la creación de plataformas descentralizadas donde el contenido se puede publicar, marcar con fecha y hora y validar de forma segura. Al aprovechar los algoritmos criptográficos y los mecanismos de consenso, blockchain garantiza la inmutabilidad y la integridad del contenido de los medios, lo que mitiga las preocupaciones sobre la manipulación o la censura.
Las redes peer-to-peer, por otro lado, facilitan el intercambio directo de información entre los participantes sin necesidad de intermediarios. Estas redes permiten a los usuarios compartir archivos multimedia, transmitir contenido y comunicarse directamente entre sí. Las redes P2P permiten la distribución descentralizada de contenido multimedia, eliminando la dependencia de servidores centralizados y reduciendo el riesgo de puntos únicos de falla. Este enfoque distribuido promueve la resiliencia, la escalabilidad y un mayor acceso al contenido multimedia.
Cuando se combinan, las redes blockchain y P2P forman una infraestructura robusta para medios descentralizados. La tecnología Blockchain brinda la confianza y la transparencia necesarias, mientras que las redes P2P ofrecen los medios para una distribución eficiente de contenido. Juntos, permiten la creación de plataformas de medios descentralizados que empoderan a los usuarios, fomentan la confianza entre los participantes y desafían el status quo de los sistemas de medios tradicionales.
Una de las fortalezas clave de los medios descentralizados radica en su capacidad para fomentar la democratización. Al desmantelar las barreras de entrada y desafiar el dominio de los guardianes de los medios tradicionales, las plataformas descentralizadas ofrecen igualdad de condiciones para los creadores de contenido, lo que permite que se escuche una gama más diversa de voces. Esta inclusión promueve un rico tapiz de perspectivas, ideas y narrativas que, de otro modo, podrían quedar marginadas o pasarse por alto en las estructuras centralizadas de los medios.
La transparencia es otro pilar fundamental de los medios descentralizados. Mediante el uso de la tecnología blockchain, la verificación y auditoría de contenido se vuelven más accesibles y transparentes. Cada transacción, modificación o distribución de contenido multimedia se registra en la cadena de bloques, lo que proporciona un rastro de evidencia inmutable. Esta mayor transparencia ayuda a combatir problemas como la información errónea, las noticias falsas y la manipulación al permitir que los usuarios verifiquen de forma independiente la autenticidad y el origen del contenido de los medios.
Además, las plataformas de medios descentralizados tienen el potencial de fomentar una mayor rendición de cuentas. En los medios tradicionales, las entidades centrales a menudo ejercen un control significativo sobre la narrativa y enfrentan una responsabilidad mínima por la información que difunden. Los medios descentralizados interrumpen esta dinámica de poder al distribuir la autoridad y la responsabilidad entre los participantes. Los creadores de contenido son directamente responsables ante sus audiencias, así como ante la comunidad en general, lo que ayuda a promover prácticas éticas, verificación de hechos y creación de contenido responsable.
Volviendo a MovimientoJ2, la coordinación en enjambre comenzó a ser posible en 2013 con herramientas pseudo P2P como whatsapp y redes de distribución de noticias como Twitter. El éxito de Brigada Tuitera confirmó que la generación y puesta en marcha de enjambres era una experiencia fácilmente reproducible en muchis sectores de la realidad con las consecuencias políticas, democráticas y sociales que es fácil apreciar. Las tecnologías blockchain y de las redes peer to peer no harán sino aumentar el potencial de estas experiencias organizadas en torno a los principios de las operaciones en enjambre en el futuro.
Y, mientras, los Sanz Fernández Lomana, las Ortega Benito y todas las estructuras momificadas en el año 1974 de nuestras corporaciones, seguirán sin entender el mundo que discurre a su alrededor y ejercerán de rémora, de lastre, de cadena, para una comunidad tan viva y creativa como la de la abogacía.
(Este artículo es en muchos puntos una simple traducción al castellano del artículo de Damilola, Lawrence «Are There Benefits in Evolving From Traditional to Decentralized Media?» publicado en Cryptopolitan el 30 de junio de 2023)









