Ayer, en la Escuela de Flamenco de La Unión, impartió la primera clase de cante Antonio Ayala Paredes “El Rampa”, al cual acompañaba a la guitarra “El Rosendo” un gitano que toca como los ángeles. El Rampa, hombre que habla bien y con sentido, estuvo hablando un buen rato y nos fue explicando los primeros rudimentos. A su lado, “El Rosendo”, agarrado a su guitarra, guardaba un prudente silencio, sin duda debido a su escasa formación académica.
En un momento determinado el Rampa citó a la “Niña de los Peines” y dijo: “Para cantar hacen falta tres cosas: Primero cabeza, luego corazón y finalmente, sólo finalmente, voz. Debéis saber que para cantar bien no es preciso tener mucha voz. Han habido aficionados con mucha voz que jamás han llegado a ser buenos cantaores”
El Rosendo, tras asentir gravemente, rompió su silencio y añadió:
“Fijarse en Tarzán si tenía voz…”
Tomo nota para que no se me olvide.