Los revolucionarios de la información

arpanet-5Cuando en 1968 se estrenó «2001 Una odisea en el espacio» de Stanley Kubrick no recuerdo que nadie se extrañase de sus predicciones, al menos por lo que se refiere a mis amigos de entonces, todos ellos compañeros de colegio, aunque es verdad que tardamos un poco más en verla. Estábamos inmersos en plena carrera espacial (la navidad de ese año nuestra visión del mundo cambiaría con las fotos de la Tierra que tomó desde la Luna la misión Apolo 8) y no nos parecía que fuese en absoluto imposible que en el año 2001 se realizasen los viajes espaciales que se narraban en la película.

Tampoco se nos antojaba del todo disparatado que en algún momento del futuro los ordenadores (cerebros electrónicos les llamábamos entonces mis amigos y yo) se rebelasen contra sus creadores y que, al igual que HAL, pudiesen poner en peligro no ya a unos astronautas sino a toda la humanidad, pues no hay que olvidar que vivíamos entonces en plena guerra fría e incidentes como la crisis de los misiles de Cuba estaban muy recientes.

Sin embargo, en medio de todas esas predicciones futuristas que se veían en la película, la verdadera revolución tecnológica se les pasó por alto, pues nadie predijo ni sugirió el nacimiento de internet y de la sociedad de la información. Y lo cuerioso es que, en 1968, gran parte de lo que sería internet ya estaba diseñado: La primera descripción documentada acerca de las interacciones sociales que podrían ser propiciadas a través del networking (trabajo en red) está contenida en una serie de memorandos escritos por J.C.R. Licklider, del Massachusetts Institute of Technology, en agosto de 1962, en los cuales Licklider discute sobre su concepto de Galactic Network (Red Galáctica); en 1967 ya se había celebrado la primera conferencia sobre ARPANET; el 20 de octubre de 1969 se estableció la primera red de computadoras entre los nodos situados en el laboratorio de Kleinrock en la UCLA y el laboratorio de Douglas Engelbart en SRI; para entonces al protocolo TCP/IP apenas si le faltaban cuatro años para nacer. Ahora parece increíble pero entonces, toda esa tremenda revolución que marcaría nuestras vidas 30 años después y daría lugar a un cambio social de consecuencias imprevisibles, nos pasaba completamente desapercibida. Y sin embargo, mientras nosotros veíamos a Kubrick, alguien estaba soñando ese cambio y lo llevaba soñando desde hacía muchos años.

A menudo mis compañeros me preguntan quiénes son, a mi juicio, los verdaderos revolucionarios de la sociedad de la información, los padres fundadores de esta nueva sociedad en que ya vivimos y que trata de abrirse paso a través de una maraña de leyes y políticos ignaros; y hoy me he decidido a responder usando una de las herramientas más maravillosas que haya podido soñar el ser humano: la Wikipedia.

En el texto que les acompaño tienen las biografías en castellano de las personas que considero decisivas para entender la sociedad de la información; no están sus libros y escritos (maldito copyright) y sé que es difícil entender a Norbert Wiener sin leer «The human use of human beings» o a Vannevar Bush sin siquiera conocer su artículo «As we should think», pero creo que componen una lista bastante completa (discutida y discutible) de los «padres fundadores» de esta nueva sociedad que ellos soñaron mientras nosotros viajábamos a los confines de la galaxia de la mano de Kubrick. Disfrútenla.

 

 

Homeostasis: ¿Estuvo usted presente cuando su madre le dio a luz?

Si uno se toma la molestia de buscar en la wikipedia el término “muerte” se encontrará con que, en la versión española, la muerte es definida, en esencia, como “la extinción del proceso homeostático y por ende el fin de la vida.”

La muerte, según esta definición, es el suceso obtenido como resultado de la incapacidad orgánica de sostener la homeostasis. Dada la degradación del ácido desoxirribonucleico (ADN) contenido en los núcleos celulares, la réplica de las células se hace cada vez más costosa.

Así pues, la homeostasis es el sustento de eso que llamamos “vida” pero, ¿qué es en realidad la homeostasis?

Homeostasis (Del griego homos (ὅμος) «similar», y estasis (στάσις) «posición», «estabilidad») es la característica de un sistema abierto o de un sistema cerrado, especialmente en un organismo vivo, mediante la cual se regula el ambiente interno para mantener una condición estable y constante. Los múltiples ajustes dinámicos del equilibrio y los mecanismos de autorregulaciónhacen la homeostasis posible. El concepto fue creado por Walter Cannon y usado por Claude Bernard, considerado a menudo como el padre de la fisiología, y publicado en 1865. Tradicionalmente se ha aplicado en biología, pero dado el hecho de que no sólo lo biológico es capaz de cumplir con esta definición, otras ciencias y técnicas han adoptado también este término.

Personalmente el concepto de homeostasis no me interesa tanto en su aspecto fisiológico como en su aspecto sistémico, concretamente como método para determinar si un sistema dado podemos decir que está “vivo” o “muerto”.

Lllegué a saber que existía el concepto de homeostasis a través de la lectura de un libro imprescindible para cualquiera que quiera entender la sociedad de la información, “The human use of human beings”, publicado por el matemático Norbert Wiener en 1950 y que es un verdadero manifiesto fundacional de la sociedad de la información.

Conforme a las ideas de Norbert Wiener, la individualidad de un ser reside en una determinada forma compleja, no en una sustancia inmutable.  Para entender un organismo, éste debe considerarse como un patrón que se mantiene a través de la homeostasis. (…) Mientras que los materiales que componen un ser vivo pueden ser constantemente sustituidos por otros casi idénticos, un organismo sigue funcionando con la misma identidad en tanto que el patrón que lo defina se mantenga lo suficientemente intacto. Estos patrones pueden ser transmitidos, modificados o duplicados y son, por tanto, un tipo de información.

El pensamiento de Norbert Wiener subraya la importancia de la forma (patrón) frente a la materia. Un ser vivo, como el hombre por ejemplo, renueva completamente los materiales de que está construido más o menos cada 10 años. Pensemos que los glóbulos rojos sólo viven unos 120 días, las células que recubren el estómago y las de la epidermis un par de semanas y que cada tejido tiene su tiempo de renovación. Por eso un científico sueco, Jonas Frisen, ideó una técnica para datar las células del organismo humano y llegó a una conclusión del máximo interés: Sólo las neuronas de la corteza cerebral, y pocas más, parece que duran hasta la muerte aunque nuevos descubrimientos en materia de neurogénesis, ponen en cuestión la total exactitud de esa afirmación.
La producción de nuevas neuronas tras el nacimiento fue negada hasta bien avanzada la segunda mitad del siglo XX. Hoy día se sabe que tanto las neuronas como las células gliales se siguen produciendo por la diferenciación de células madre durante toda la vida de los organismos.

La neurogénesis fue detectada por primera vez por el científico y biólogo español José Manuel García-Verdugo en lagartos. A partir de este descubrimiento se detectó en mamíferos como los humanos. Además también descubrió junto al investigador Arturo Alvarez-Buylla, de la Universidad Rockefeller, las células responsables de dicha neurogénesis.

En humanos la generación de nuevas neuronas se ha constatado y descrito en diferentes zonas del sistema nervioso: el bulbo olfatorio, el hipocampo y en diferentes áreas de la corteza cerebral. También se ha descrito esta neurogénesis en la región prefrontal, que controla el proceso de ejecución de decisiones y que está involucrada en la memoria a corto plazo; también en la región temporal inferior, que actúa en el reconocimiento de caras u objetos y en la región parietal posterior, importante en la percepción de relaciones espaciales y de la imagen corporal.

Y si las células humanas se regeneran no debemos olvidar tampoco que estas mismas células son organismos vivos que renuevan constantemente sus propios componentes moleculares para mantener su equilibrio homeostático.

Llegados a este punto permítanme abandonar la fisiología y que vuelva a formularles la pregunta -una boutade, como de costumbre- que da título a este post. ¿Estuvo usted presente en su propio nacimiento? Seguir leyendo «Homeostasis: ¿Estuvo usted presente cuando su madre le dio a luz?»

Bienes muebles, inmuebles e informacionales (I).

Los juristas son personas dadas a las clasificaciones y así, en relación a los bienes, la clasificación general de los mismos se contiene en el Libro segundo, título I, artículo 333 y siguientes del Código Civil, artículo 333 que, literalmente, dice:

Todas las cosas que son o pueden ser objeto de apropiación se consideran como bienes muebles o inmuebles.

Esta clasificación es antigua, muy antigua, quizá demasiado antigua; y, como no parece ser suficiente para regular de forma general todos los bienes, se ve complementada por otro tipo de propiedades que se contemplan en el Título IV y que se describen bajo la rúbrica «De algunas propiedades especiales», entre las que incluye la propiedad de las aguas, los minerales y, la que a nosotros nos interesa, la propiedad intelectual. Seguir leyendo «Bienes muebles, inmuebles e informacionales (I).»