Playa del Pedrucho. La Manga años ’60

Pedrucho años '60Si algo cambia con el tiempo es la moda; ya me he referido en días anteriores a la nula presencia de bikinis en nuestras playas en los ’60, pero, esta mañana, he recordado unas prendas hoy desterradas de los baños de mar pero que entonces eran muy frecuentes: los gorros de baño.

A mí siempre me parecieron horribles. Solían consistir en una especie de funda de goma para la cabeza que, en la mayoría de los casos, estaba decorada con relieves de anémonas, medusas y otros bichos marinos que, junto con los brillantes colores blancos, verdes o rosas en que se fabricaban, me espeluznaban de una forma que no puedo relatar. Otras veces esos gorros de baño remedaban cofias o tocados antiguos que me parecían tan fuera de lugar en la playa como un vendedor de mantas.

El caso es que las mujeres cuidaban mucho el rito del «capuzón» pues mojarse el pelo o no era una decisión que obedecía a arcanos indescifrables para los zagales (de mayor ya va uno entendiendo algo). En cualquier caso, a Dios gracias, ya no se ven aquellos gorros que convertían a nuestras madres y hermanas en monstruos marinos dignos de una novela de Lovecraft; aunque, como siempre, había en la playa un si es no es de «protopostureo» tal y como deja patente el peculiar posado de estas jóvenes.