Hace ya un tiempo les hablé de la primera mujer de la historia cuyo nombre se conoce, la sacerdotisa y poeta Enheduanna.
Tras hacerlo pensé que, quizá, no estaría mal investigar quién fue el primer hombre conocido de la historia y hoy la suerte me ha favorecido: el pasado 17 de agosto el Daily Mail informaba de que, en Londres, se había subastado una tableta de arcilla sumeria (de Uruk) en la que aparecía la primera firma reconocida de la historia. El adquirente pagó 175.000£ (195.000€) por esta tableta de arcilla de 8 por 8 centímetros.
Que documentos como este anden en manos privadas y no en museos a disposición de la humanidad es algo en lo que prefiero no entrar ahora por no perder el buen humor, aunque esto es algo que merece una reflexión seria. Pero sigamos.
En la fotografía están marcadas las dos sílabas que componen el nombre del firmante de la tablilla: Ku-Sim. Al revés que Enheduanna, cuyo nombre ya no se usa, Ku-Sim es todavía un nombre popular en Mesopotamia.
Y si la primera mujer de la historia era poeta ¿a qué podía dedicarse el primer hombre conocido de la historia?
Conociendo la condición masculina no es difícil imaginarlo.
La tablilla de barro tiene 5000 años (datada en el 3100 AC) y el primer documento de la historia firmado por un hombre contiene…
Una receta para hacer cerveza.
Nihil novum sub solem.