Hoy se cumplen ocho años exactos desde que publiqué en este blog mi intención de presentar mi candidatura a decano de este colegio de abogados. Durante esa campaña electoral y en la posterior —en que fui reelegido— me comprometí a no permanecer más de ocho años en el cargo, una medida que entiendo de higiene democrática y que debiera ser común a todos los cargos electivos. Pues bien, han pasado ocho años y cumplir esta promesa depende exclusivamente de mí, de forma que, aunque la mayoría ya lo sabéis, quiero hacer público por este medio —el mismo que utilicé para presentar mi candidatura— que NO voy a concurrir a las elecciones del próximo 21 de diciembre y que no voy a «pilotar» sucesiones ni inventos políticos parecidos. Votad libremente a quien entendáis que debéis votar.
Quiero que sepáis que representaros ha sido un inmenso orgullo, que no sé si he sido el decano que necesitabais, pero que sí sé que he tenido detrás el mejor colegio de abogados del mundo y que cuando os he necesitado habéis estado siempre y mayoritariamente ahí, donde hay que estar.
Gracias a todos y a todas, quizá no tengamos ocasión de tratarnos tanto en el futuro, simplemente sabed que yo siempre os llevaré conmigo.
Es hora de decir adiós y emprender nuevas campañas; fue un honor servir a vuestro lado.