El notario leía monótonamente la escritura de préstamo hipotecario hasta que llegó al terrible párrafo en que aparecía la maldita fórmula… imaginó que el prestatario podía ser de ciencias y descubrir la impostura o incluso peor, que le pidiese que le explicase qué significaba aquel galimatías… tras un leve carraspeo cerró la escritura, dejó de leer y dijo:
«esto quiere decir que si usted paga lo que le diga el banco no pasa ná».
Jajajajajajaja que bueno
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¿Qué hacemos en los casos en los que la fórmula de la hipoteca contiene errores? Los bancos se inventan fórmulas nuevas de capitalización.
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