Spassky-Fischer (Reykjavik 1972): La 13ª partida.

Mi primer contacto con el ajedrez de competición fue debido a la tremenda popularidad que alcanzó este juego en 1972 como consecuencia del match Spassky-Fischer por el Campeonato del Mundo. El desarrollo de éste match ocupaba los telediarios y diarios y revistas publicaban regularmente suplementos con los análisis de las partidas que se jugaban. Aquellas complejas páginas llenas de signos y diagramas captaron mi atención infantil y aún guardo un nítido recuerdo de un suplemento de ABC que contenía un diagrama con la posición en el tablero antes de la jugada secreta de Spassky en la decimotercera partida del match.

2442092941_55f26979c2

Yo, simplemente, no entendía nada pero, los comentarios épicos de las jugadas y las incomprensibles decisiones que tomaban ambos maestros, me hipnotizaban. Creo que allí nació mi posterior afición al ajedrez.

Yo atribuí a aquella decimotercera partida caracteres especiales, me había parecido tan oscura como decisiva, sobre todo, desde el punto de vista psicológico. Quizá por eso siempre me interesaron posteriormente los aspectos psicológicos de las partidas decimoterceras de todos los matches por el campeonato del mundo. Es cierto que no deberían resultar distintas a las demás pero, quizá por puro azar o quizá porque entre los jugadores de ajedrez profesionales abundan las manías supersticiosas, lo cierto es que las partidas marcadas con el fatídico ordinal «13» suelen presentar facetas insólitas.

La partida de éste post es esa decimotercera partida del match Spassky-Fischer de 1972 por el Campeonato del Mundo. Tras un tormentoso inicio del match con dos derrotas de Fischer (una de ellas por no presentarse) éste -intervención de Henry Kissinger incluida- había logrado superar el marcador desfavorable. Spassky había reaccionado en la partida undécima y ahora jugaba con blancas en la decimotercera para corroborar su recuperación. Una victoria de Spassky dejaría el match abierto pero, para su desgracia, las circunstancias en que se produjo la victoria de Fischer en esta partida provocaron no sólo la pérdida del punto sino una auténtica crisis de confianza en el astro soviético que ya no volvió a ganar una partida.

Este primer día de 2016 lo he pasado, como solía hacer en mi adolescencia, jugando al ajedrez; pero esta vez he decidido grabar en video el análisis de esta decimotercera partida para aprender a usar mi ordenador de sobremesa como herramienta de grabación. El desarrollo de la partida puede verse aquí:

Parte 1 (Introducción)

Parte 2 (Apertura)

Parte 3 (Medio Juego)

Parte 4 (Final)

Parte 5 (Epílogo)

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s