La Manga, años '60. Polígono del "Tiro de Pichón".
La Manga, años ’60. Polígono del «Tiro de Pichón».
Estas intrépidas bañistas ilustran perfectamente lo que podía ser un día de playa en La Manga en los años ’60 y lucen todos los atributos propios de su cargo, a saber:

  • Bañador negro de una sola pieza (los bikinis sólo los lucían las impúdicas suecas).
  • Una damajuana conteniendo agua o vino.
  • Sandía y melón que, debidamente enterrados en la arena de la playa, adquirirían frescor aún a riesgo de olvidar el lugar en que se enterraron, cosa que pasaba con no poca frecuencia.

Los zagales, a pesar del calor, éramos sometidos a la tortura de esperar dos horas antes de bañarnos si acaso comíamos algo. El peligro de incumplir tan férrea norma era tremebundo: sufrir un «corte de digestión». Este peligro solo se daba, al parecer, en los zagales genuinamente ibéricos, pues, los de otras nacionalidades (generalmente franceses), se bañaban en el mar cuando les venía en gana, incluso después de haberse zampado dos bocadillos. Nuestras madres jamás lograron explicarnos el por qué de nuestras frágiles digestiones.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s