Quien siga este blog verá que con siniestra regularidad se publican en él obituarios por abogados asesinados en Colombia. Cerca de 800 van ya y la cifra no para de crecer sin que nadie haga nada por evitarlo. Desde mi colegio, el Colegio de Abogados de Cartagena de España, hemos firmado acuerdos y tratado de ofrecer ayuda a nuestros compañeros de Cartagena de Indias pero son pocas nuestras fuerzas para detener la magnitud de este genocidio profesional.
Es fácil tratar de desprestigiar la labor de los abogados, chistes fáciles y siniestros despersonalizan a los abogados porque, cuando se deshumaniza a alguien, matarlo resulta más fácil. Lo leí hace poco en un lugar de internet de cuyo nombre no quiero acordarme:
-¿Qué es un abogado muerto en la bahía de Cartagena?
-Contaminación.
Y así mueren centenares de abogados sin que parezca importarle a nadie y sin que se derramen por ellos más lágrimas que las de sus familiares directos.
Asesinar abogados se ha convertido en algunos países de sudamérica en la forma más sencilla de acabar con los derechos de la gente sin que nadie se escandalice al parecer, pues, al fin y a la postre, nadie llora a quienes mueren defendiendo la libertad ajena.
Hoy me he encontrado este video en la red, es guatemalteco pero podría perfectamente ser colombiano: es el video de un abogado que sabe que va a morir y quiénes le van a matar. Juzguen ustedes mismos.
Hace 10 años tuve la experiencia profesional de negociar un despido en Cartagena de Indias
El compañero, abogado cartagenero, cuando llego a mi despacho lo primero que hizo fue «sacarse el saco» , (quitarse la chaqueta) y «aflojar el hierro del cinto» (sacar el revolver del cinturon) y ponerlo sobre la mesa.
Hubo una epoca terrible en Colombia en la que las armas iban paralelas a codigos, plumas y razones.
Ya no.
Soy Colombo española tengo ambas nacionalidades, nacida en Cartagena de Indias ciudad con la que sigo teniendo vinculos personles y profesionales y a la que viajo al menos una vez al año. Colombia vuaja hacia la paz y gracias a Dios y a lis colombianos cada vez es mwnos frecuente la situcion que uated describe y yo viví
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