Cuentan que cuando el famoso diestro Luís Mazzantini se cortó la coleta le preguntaron por qué lo hacía; y cuentan también que el diestro de Elgóibar respondió: “Porque para ser matador de toros hay que tener vergüenza y antes de perderla prefiero tomar otro camino”.
Ferviente monárquico, Luís Mazzantini, tras abandonar los toros se dedicó con notable éxito a la política y llego a ser concejal del ayuntamiento de Madrid y Gobernador Civil de Guadalajara y Ávila. Para esa profesión, al parecer, a Don Luís la vergüenza ya no le parecía necesaria.