Las topología de las redes subyacentes en cada sociedad y momento son una manifestación de la ideología de esa misma sociedad.
Es un ejercicio de la máxima utilidad el tratar de comprender las realidades sociales a lo largo de la historia a través de la topología de las redes que se tejen en cada momento sobre las tecnologías, actitudes, agentes, recursos, estrategias, relaciones, criterios de éxito y reglas de enfrentamiento para determinados tipos de competencia o lucha dentro de la esfera sociocultural. Éste «pensamiento topológico» o «aproximación topológica» a las realidades sociales de cada tiempo nos revela aspectos decisivos de la mismas, incluída su ideología.
Valga un ejemplo. Recuerdo que una de las lecciones de mis «apuntes» de derecho administrativo (mi catedrático aún no había descubierto la imprenta) comenzaba con la cita de un autor para mí desconocido: Timon Cormenin. Si la memoria no me falla -y creo que no- la cita decía algo parecido a lo siguiente:
«En la máquinaria ingeniosa de nuestra administración las ruedas grandes impelen a las medianas y estas a las pequeñas.»
Creo que a nadie que lea la cita se le escapará que la administración de que habla Timón Cormenin es centralista, con las consecuencias y posibles inferencias que ello lleva aparejadas. Bien es verdad que la cita también da para una jugosa reflexión sobre la tecnología como metáfora de las organizaciones humanas, pero a ello habrá lugar en otro artículo, no en éste. Por el momento me basta subrayar que, en su cita, Timon Cormenin dibuja una determinada topología de red -una red centralizada- y que eso responde a la ideología de la administración a la que él califica de «ingeniosa».
Otro ejemplo más. En España, la red de ferrocarriles comienza a dibujarse durante el reinado de Isabel II y posteriores. No nos cabe duda de la naturaleza centralista del sistema monárquico de aquellos años y la topología de la red de ferrocarriles, como manifestación de dicha ideología, adquirió la forma radial que llega hasta nuestros días, partiendo desde la sede del poder, Madrid, y conectándola con el resto de las provincias; cuestión esta que, aprovecho para decir, ha dado lugar a que sea imposible para un ciudadano de Murcia llegar a Granada en tren si no es pasando casi por Madrid (Alcázar de San Juan).
No me cabe duda alguna de que la topología de la red de comunicaciones telegráficas y telefónicas posteriores reprodujeron esta topología de red centralizada en tanto la ideología centralista subyacente a la misma estuvo vigente y que un estudio detallado de la topología de las redes públicas, comparándolas con las redes tecnológicas, financieras, políticas, etc. que coexisten en España en la actualidad, nos arrojaría mucha luz sobre el grado de centralización o descentralización real de éste país; pero éste es un trabajo del que no quiero ocuparme ahora, me basta señalar que el pensamiento topológico puede ser una herramienta útil en el estudio de las cuestiones más relevantes para la sociedad, especialmente para la sociedad de la información.