Habían pasado seis años desde que Fischer había roto la hegemonía soviética en el ajedrez al derrotar a Boris Spassky y proclamarse campeón del mundo en Reykjavik. Tras tan dolorosa derrota los soviéticos se juramentaron para recuperar el cetro mundial y decidieron que su arma se llamaría Anatoly Karpov, un joven ajedrecista partidario del establishment.
Para ganarse el derecho a desafiar a Fischer, Anatoly Karpov hubo de derrotar en la final del Torneo de Candidatos a un viejo y heterodoxo luchador del tablero: Victor Kortschnoi. El match de Candidatos, jugado dentro de la Unión Soviética en una atmósfera enrarecida, acabó con la victoria del joven Karpov entre las, furiosas pero pronto acalladas, protestas de Kortschnoi que denunciaba parcialidad en la organización del match. Anatoly Karpov se convertía así en el aspirante al título de Fischer, pero el match soñado por todos los aficionados del mundo nunca llegó a celebrarse: Fischer desapareció como si se lo hubiese tragado la tierra y, desde entonces, sólo conjeturas pudieron hacerse sobre su vida, aumentando de éste modo su leyenda. Anatoly Karpov pasó así a convertirse en Campeón del Mundo.
Pero tres años después el viejo y heterodoxo Viktor Kortschnoi haría realidad las peores pesadillas soviéticas. Viktor Kortschnoi se había declarado apátrida, había abandonado la Unión Soviética y se había refugiado en Suiza. Y, lo que era peor, había reaparecido como candidato al Campeonato del Mundo y, sin la opresión de la burocracia soviética, su fuerza de juego había aumentado sorprendentemente y parecía atravesar una segunda juventud. Tras derrotar convincentemente a Lev Polugaievsky y a Boris Spassky, Viktor Kortschnoi se convirtió en el aspirante al título mundial de Anatoly Karpov: Ya no era un norteamericano capitalista quien retaba al sistema soviético, ahora era un traidor apátrida quien ponía en jaque la hegemonía soviética y eso no lo iba a tolerar el establishment.
Como primera medida y dado que la mujer y el hijo de Viktor Kortschnoi aún no habían salido de Rusia, las autoridades soviéticas internaron a ambos en un campo de concentración. Luego, entre las peticiones de libertad y protestas a organismos internacionales de Kortschnoi, se produjo una agria discusión para decidir bajo qué bandera e himno jugaría el traidor (era costumbre que cada contendiente jugase bajo la bandera de su país pero en éste caso la URSS se negaba a que Kortschnoi jugase ni con la bandera soviética ni con la suiza; Kortschnoi llegó a proponer jugar con una bandera negra con una K en blanco). Finalmente y para animar absolutamente el campeonato, la URSS desplazó hasta Baguío (Filipinas) -el lugar donde se celebraría el match- al parapsicólogo Vladimir Zoukhar, un sujeto oscuro del que se decía que había realizado experimentos secretos en hipnosis y telepatía con los cosmonautas soviéticos; su misión: interferir por cualquier medio las funciones cerebrales del traidor Kortschnoi.
Ni la reclusión de su familia, ni las presiones soviéticas, lograron quebrar el espíritu luchador del viejo Kortschnoi quien inició el match demostrando una magnífica preparación teórica y un altísimo nivel de juego en las primeras partidas.
Cuando se inició la decimotercera partida el match estaba empatado, Anatoly Karpov había vencido con blancas en la octava partida mientras que Viktor Kortschnoi había ganado también con blancas en la undécima. Las demás partidas habían acabado en tablas pero en varias de ellas Karpov había estado muy cerca de la derrota y, en general, daba la impresión de que Kortschnoi estaba teniendo la iniciativa.
En esta decimotercera partida Vladimir Zoukhar, el parapsicólogo, se había acercado hasta la quinta fila del teatro donde se juagaba el match, a pesar del acuerdo de «caballeros» al que se había llegado entre ambos contendientes respecto a que se mantuviese alejado (la Universidad de Cambridge emitió un informe al respecto) y ahora, mirando fijamente a Kortschnoi, trataba de extender desde allí sus maléficos poderes. Eso parecía inquietar ciertamente a Kortschnoi y, en ese ambiente, comenzó la decimotercera partida del match, una lucha que alcanzó proporciones dramáticas y que influyó, creo que de forma decisiva, en el resultado del campeonato. Partida comentada aquí.